Misofonía
¿Odias escuchar el sonido de los demás al masticar? Pues este artículo es para ti.
Para no confundirnos hay que tener claro otros trastornos que pueden confundirse con la Misofonía:
- Fonofobia: Es una hipersensibilidad al sonido que tiene causa psicológica. En este caso, el problema es el miedo que producen ciertos sonidos de otras personas como de sí misma.
- Hiperacusia: Es un patología médica donde la persona percibe el sonido a un volumen más intenso de lo que en realidad se está produciendo. Hay una disminución de la tolerancia a sonidos habituales y naturales del ambiente la hiperacusia es la pérdida del rango dinámico del oído, entendido este último como la habilidad del sistema auditivo de manejar elevaciones rápidas del volumen del sonido
- Tinnitus: Se denomina así al hecho de percibir golpes o sonidos repetitivos en el oído sin que haya una fuente sonora externa. Algunas personas lo experimentan como «ruido de cabeza» o «tintineo del oído» y usan una variedad de términos para describirlo.
Imagina el sonido de las uñas de alguien rascando una pizarra. Mucha gente no puede evitar hacer una mueca de dolor al pensarlo. Ahora imagina escuchar este sonido de nuevo, pero esta vez te consume por completo, haciéndote incapaz de oír, pensar o ver nada más. Es distractor, angustiante y rápidamente se vuelve insoportable. Bienvenido al mundo de la misofonía.
«La misofonía es un trastorno neurofisiológico en el que los estímulos auditivos -y a veces visuales- desencadenan una reacción de huida de la lucha, que luego va acompañada de una negatividad emocional”
El nuevo síndrome, que en gran parte no ha sido estudiado y no se entiende bien, ve a las personas afectarse por sonidos particulares, que a menudo están relacionados con el cuerpo o son de naturaleza repetitiva. Las personas con misofonía pueden ser conducidas a estallidos de pánico, miedo, repugnancia o rabia simplemente escuchando a otros pasar el día masticando, sorbiendo, despejando la garganta, tarareando, dando golpecitos y así sucesivamente.
«En general, no hay realmente un sonido específico. Esta es la respuesta real del cerebro en múltiples partes diferentes del cerebro que son muy reales y están llevando a efectos secundarios muy difíciles.»
Nuestros cerebros reparados para buscar señales de peligro en nuestro entorno, y los «sistemas de motivación defensiva» interactivos dentro de ellos nos ayudan a sobrevivir, activando nuestra respuesta de huída o lucha.
Las personas con misofonía están teniendo respuestas automáticas a los estímulos en su entorno
Pero en el momento en que los estímulos están allí, no pueden controlar su reacción instantánea en el cerebro. Esta reacción se traduce en ira, rabia, irritación o agitación.
La sensación de incomodidad q no es muy diferente a la que sentimos muchos de nosotros al pensar en clavos rascando una pizarra.
Cuando eso sucede, nos dan escalofríos en el cerebro, en la misofonía, no obtienen la respuesta de los escalofríos y no son los mismos sonidos – pero es el mismo principio. Es una respuesta instantánea, inmediata, incontrolable e impulsada por el cerebro.
Hasta el momento no se tiene una cura. Algunos de los tratamientos que se han utilizado son: La terapia cognitivo-conductual y la terapia de recapacitación del tinnitus o TRT, los cuales han ayudado a algunos pacientes pero no a todos los que sufren de dicha alteración. Como dicha enfermedad está siendo reconocida desde hace poco puede que muchos médicos desconozcan acerca de ella e incluso no lleguen a diagnosticarla adecuadamente.